lunes, 4 de noviembre de 2013

Propuesta BIC: Jardín Botánico Viera y Clavijo

El jardín Botánico Viera y Clavijo se puede presentar como Bien de Interés Cultural dentro del conjunto de  jardín histórico puesto que es un espacio delimitado, que contiene un pasado histórico, pues presenta una serie de valores botánicos; en los que según la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español estos bienes deben ser protegidos.

El Jardín Botánico Viera y Clavijo,  nombrado en honor de José Viera y Clavijo debido a que fue naturalista en el siglo XVIII, discípulo del botánico Cavanilles y pionero de las ciencias de la Naturaleza en el archipiélago; conocido también como el Jardín Canario, se encuentra localizado en la isla de Gran Canaria concretamente entre las localidades de Tafira Alta y Tafira Baja, cerca del núcleo de Santa Brígida y de Las Palmas de Gran Canaria, consta de una 10 hectáreas.



En él se recopilan todas las riquezas botánicas de las islas Canarias así como algunas pertenecientes a las islas de la Macaronesia (Madeira, Azores y Cabo Verde). En el que la mayoría del Jardín se encuentra en terrazas del costado del “Barranco de Guiniguada”. Pronto fue el orgullo de la Corporación insular que lo mostraba como el Jardín de las futuras Generaciones

Fundado en 1952 por Eric R. Sventenius quien consideraba que era muy importante la protección y preservación de las Flora endémica de las islas, fue el director del jardín dirigiendo su labor científica hacia la exploración de diversos lugares en las islas, elaborando un herbario y un montaje de colecciones vivas que puedan estudiarse en un futuro, no obstante en 1973 sufrió un accidente de tráfico que lo llevo a su muerte no pudiendo continuar su labor.

En 1974 se nombra al Dr. David Bramwell quien fue el sucesor de Sventenius, el cual era especialista de la flora de las islas, estableciendo un avance en el que el jardín se consolida como centro de conservación e investigación, ampliándose las infraestructuras construyéndose asimismo nuevos laboratorios, un herbario, un vivero y una biblioteca, agrupándose asimismo seis secciones ocupadas en los diversos campos de actividad de un centro complejo y moderno.

Entre las diversas especies se encuentran algunos especímenes del bosque de Laurisilva que se caracteriza por formar parte de la cubierta forestal de las islas en los tiempos pre-Hispánicos, que durante la colonización fueron destruidos. Así como en la denominada “Plaza de las Palmeras” se localizan todas las especies de estas que se desarrollan en el archipiélago, también se encuentran especímenes de pinos canarios, dragos, brezos entre otras especies, en la que se incluyen aquellas que se encuentran en peligro de extinción.

Además de las especies de las islas Canarias como se ha mencionado anteriormente se encuentran la de las islas Macaronesia que están agrupadas, así como en el invernadero pequeño se encuentran junco, bambúes, papiros y varias especies de helechos, con algunas colecciones de bonsáis, los cuales fueron realizados con varias plantas canarias, así como los naranjos y las plataneras enana.

En cuanto a las diversas secciones con la que cuenta el jardín encontramos la administrativa, colecciones de Plantas vivas que cuenta con un Banco de Semillas que recolecta material y facilita el intercambio con otras instituciones de todo el mundo; el programa de conservación el cual cuenta con científicos especializados en la conservación de la naturaleza, reproduciendo en viveros las que se encuentran amenazadas y en extinción; también un laboratorio de Palinología Citogenética y Criptogamia, en el que se llevan a cabo tareas pioneras en la reproducción de las especies extinguidas en su medio natural gracias a los cultivos in vitro, asimismo se encuentra distintos biólogos postgraduados que amplían el conocimiento; además de ello cuenta con la biblioteca y hemeroteca, así como  con el apoyo de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno.




Por tanto este jardín presenta las característica para conformar un bien de interés cultural puesto que gracias a su creación se da a conocer a las generaciones presente y futura la gran cantidad de flora que se encuentran en las islas, protegiéndolas así de su extinción y prohibiendo su destrucción puesto que constituyen una rica fuente de investigación y documentación para el estudio de las floras del pasado, así mismo observamos las diversas especies que se encontraban presente en las islas Canarias así  también obtenemos conocimientos de las que se encontraban en las islas Macaronesia; por tanto mediante los trabajos empleados por los especialistas dan lugar al conocimiento exhaustivo de estas especies.

Asimismo con lo mencionado anteriormente presenta todas las características de un jardín histórico como lo es una composición arquitectónica cuyo material es esencialmente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable. Siendo ademas cambiantes a lo largo de los años y de las estaciones; en el que puede estar o no ligadas a un edificio o monumento, pero en ningún momento puede desligarse de su entorno. Presentando un interés público, desde el punto de vista histórico. Precisando de intervenciones diferentes, de mantenimiento, conservación y restauración. Conservándose en un entorno apropiado; así como toda modificación del medio físico que ponga en peligro el equilibrio ecológico debe ser evitado.


Finalmente en cuanto a la delimitación del espacio como se observa en la imagen es bastante amplia, pues el objetivo es proteger tanto el jardín como las zonas de su alrededor para que en un futuro ese medio no sea destruidos con la creaciones de edificios o fabricas que puedan presentar un peligro a la hora de la conservación de toda esa flora que sin lugar a duda es de gran importancia, así como ademas se protege contra aquellos que tengan interés en la destrucción de dicho lugar para crear así un nuevo espacio, asimismo se evita la amenaza de que diversas empresas de carácter privado quiera destruir por sus propios intereses dicho bien cultural. 




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